Metodología y
proyecto

En nuestra escuela, creemos en la educación como un viaje continuo de descubrimiento, conexión y transformación. A medida que los niños y niñas avanzan en su recorrido educativo, les brindamos una serie de contextos naturales en constante evolución que enriquecen su aprendizaje, promueven la comprensión del mundo que les rodea y les permiten conectarse con la naturaleza de manera profunda y significativa.

El Encanto del Gallinero

Para los más pequeños, el gallinero es un lugar mágico donde los niños y niñas tienen su primer contacto con la vida animal. A través de la observación y el cuidado de las gallinas, aprenden sobre el ciclo de la vida, la alimentación y la importancia de la responsabilidad. Además, el gallinero actúa como un puente entre el aula y la naturaleza, permitiendo que los conceptos aprendidos en clase cobren vida de manera tangible y significativa.

Creciendo en el Invernadero y Desentrañando los Secretos de la Meteorología.

En tercer curso, el invernadero se convierte en un espacio donde las semillas de conocimiento florecen. Los estudiantes exploran el ciclo del agua, la fotosíntesis y la diversidad de plantas. El invernadero no solo es un lugar de aprendizaje científico, sino también una metáfora de cómo nuestras mentes y habilidades pueden florecer y expandirse en el entorno adecuado.

En cuarto curso se trabaja la ciencia a través de una estación meteorológica. Los estudiantes aprenden a recopilar y analizar datos climáticos, lo que refuerza la comprensión de los fenómenos naturales y cómo el clima afecta la vida en la Tierra. Este contexto también les anima a explorar cómo la ciencia y la tecnología pueden ayudarnos a comprender y abordar los desafíos ambientales.

Cultivando Conexiones en la Huerta y Transformando a Través del Compostaje

En primero, los estudiantes se sumergen en la huerta, donde plantar semillas se convierte en una lección de crecimiento, paciencia y cuidado. La huerta no solo refuerza los conceptos académicos sobre el ciclo de vida de las plantas, sino que también fomenta hábitos saludables y la comprensión de la importancia de la naturaleza en nuestra alimentación.

En segundo se involucra en un proceso de transformación a través del compostaje. Aprenden cómo los desechos orgánicos se convierten en valiosos nutrientes para la tierra, lo que refuerza la noción de reciclaje y sostenibilidad. Este contexto no solo promueve la educación ambiental, sino que también resalta cómo nuestras acciones individuales pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente.

Descubriendo el Bosque Urbano Comestible

Finalmente, en quinto, los estudiantes se adentran en un bosque urbano comestible. Aquí, experimentan cómo un ecosistema puede ser una fuente de alimentos y vida. Además de aprender sobre la biodiversidad y la sostenibilidad, los estudiantes desarrollan una profunda apreciación por la interconexión de la naturaleza y cómo podemos cuidar y cosechar de manera responsable.

En resumen, nuestra escuela ofrece a los niños y niñas un viaje educativo en constante transformación a través de una serie de contextos naturales. Estos espacios no solo refuerzan los conceptos aprendidos en el aula, sino que también proporcionan oportunidades para conectar con la naturaleza, cultivar valores y promover una comprensión más profunda de su propio papel en el mundo. Con cada etapa, los estudiantes se convierten en aprendices activos y conscientes de su entorno, preparados para enfrentar los desafíos y abrazar las maravillas de la vida.