El Programa Laguntza es un programa educativo creado por la Asesoría de Convivencia del Departamento de Educación y dirigido hacia el desarrollo de la Educación Emocional en las aulas. Se ha puesto en marcha en diversos centros educativos de la Comunidad Foral de Navarra, tanto de las etapas de Infantil-Primaria, como de Secundaria.

Se trata de un Programa preventivo que fomenta el desarrollo del buen trato entre iguales, así como el tratamiento de los malestares. Pretende dirigirse hacia la prevención, a nivel de convivencia, desde edades muy tempranas como es la etapa de Educación Infantil.

Consta de un material didáctico establecido para cada nivel y edad,  así como de una guía para el profesorado. Para su implantación en las aulas, se puso en marcha un proceso formativo dirigido al profesorado, y se abrió un período de pilotaje en el que el Colegio Público de Buztintxuri participó como centro piloto. Por lo tanto, la escuela ha sido pionera en la implantación de la Educación Emocional. 

Las familias también tienen un protagonismo importante en el Programa Laguntza. Todas las propuestas didácticas diseñadas tienen un enfoque dirigido al ámbito familiar.

Es necesario fomentar en las aulas espacios seguros que permitan al alumnado expresar y compartir sus vivencias y emociones, así como trabajar con el grupo-aula el desarrollo de la empatía y la cohesión grupal. Para ello, el Programa Laguntza fomenta estrategias pedagógicas como la Ayuda entre Iguales, la Mediación y los Círculos Restaurativos

La convivencia es un proceso de construcción, como un andamiaje,  donde el alumnado va creando una red de relaciones, empatía y cohesión que le fortalece como grupo. Y el profesorado debe acompañar, guiar y proteger todo ese contexto entrelazado de relaciones para que sean equitativas e inclusivas. Y, sobre todo, no limitantes.

Cada aula va subiendo de nivel educativo llevando consigo todo aquello que le caracteriza. Los encuentros y desencuentros, las lealtades,los liderazgos, las rivalidades.. también las alianzas entre el alumnado. Todo aquel conflicto o diferencia que no se gestiona en su momento, crea un malestar y una desigualdad que limita al grupo-aula. De ahí la necesidad de cultivar y retroalimentar todo el contexto relacional.

Lomloe,  la nueva ley educativa,  subraya como contenido curricular básico la Educación Emocional. Y concreta que ésta impregne todo el Currículum. 

No hay conocimiento sin bienestar emocional. Los conocimientos caducan, no así la necesidad de sentirse bien. 

 SE DEBE TRASLADAR A LAS AULAS HERRAMIENTAS PARA EL DESARROLLO DE UNAS RELACIONES INTERPERSONALES SEGURAS Y SALUDABLES. DEBEMOS CULTIVAR LAS RELACIONES.